lunes, 24 de agosto de 2015

En el punto de mira

Somos de datos
De estadísticas
De analíticas
Números y más números
Una sociedad en la que el hueso vale más que la carne
Y como no iba a ser así
Si hemos salido de una costilla, supuestamente
Es en ese mismo momento, en ese instante
En el que nos obsesionamos hasta tal punto
Que convertimos nuestra vida, nuestro cuerpo, en el vertedero más grande de nuestra existencia.
Perdemos la dirección hasta encontrarnos en una vía, un raíl de tren que solo conduce a eso a convertirnos en hueso
No querer besos
Llenarnos de rabia
Y tatuarnos los datos en el corazón
Y porque no
En la báscula
Hemos puesto fecha de caducidad a nuestras experiencias
E incluso a nuestras amistades
Nos encerramos en nosotros mismos
Nos volvemos cobardes
Pero también puñal
Y vómitos


Hemos convertido la hora de la siesta, en la hora de la masacre
En el toque de queda
En la hora de volverse presa en una jaula que nadie llega a controlar nunca
Y todo empezó con el hueso,
Con la costilla
Hemos creado un canon
Un prototipo
Cuando cada uno es diferente
Cada cual tiene sus relieves
Sus baches
Sus precipicios.
Somos lo que somos, pero también podemos ser lo que queremos ser.
El cambio es algo tan inherente a nosotros que no lo vemos
Por más que miras
No están
Solo ves curvas, bultos e imperfecciones.
Y te miras al espejo
Ese trozo de cristal bañado en plata
Que no tiene nada de piedra preciosa
Pero sí de ostias
Eso sí que son consecuencias
Estamos locos
O eso nos hacen pensar
Intentamos crear personas retocadas
Troqueladas
Recortadas

Moldeadas
Hemos difuminado curvas que siempre deberían ser así
Hemos creado depresiones
Enfermedades
Y crueldades
Por el simple hecho de vender un tipo de ropa para maniquís
Para personas de plástico, personas hueso.
Ya no importa lo que tengas dentro, porque ya no tenemos nada, absolutamente nada
La primera impresión es la única regla de juego en esta sociedad
Ya no importa el tono de voz
Ni el carisma
Solo la camisa y la piel.
Nos miden en palmos la cintura, nos escudriñan el abdomen, buscan cualquier atisbo de grasa
De imperfección
Hemos perdido el norte
El sur y todo
Lo hemos perdido todo en el momento en que dividimos a la gente en personas gordas y personas que no lo son, que son muñecas.
Hemos desechado el término medio
La normalidad ya no existe
O eres una perfección o no existes
Y por mucho que te quejes, que te reivindiques
El único cambio
La única manera que tenemos las personas imperfectas,
Somos nosotras mismas
Nosotras y nuestros baches


Nosotras y nuestros miedos y complejos
Y acabar sabiendo que eso somos
Que eso seremos
Así que dejas de ser hueso y te conviertes en corazón
Y porque no
En tripas.
Cada objeto, persona o insulto
Tiene 1000 puntos de vista
Porque hay 1000 pupilas distintas
1000 espejos diferentes
Y hay 1000 y una razones por las que mandar a tomar por culo,
Así que sonríe.
La vida también es imperfecta
Pero es terriblemente maravillosa

No hay comentarios:

Publicar un comentario