Comprendí que todos los puntos finales un día fueron puntos
suspensivos,
que mis ganas de huir, un día fueron las mismas que me
empujaron a seguir adelante,
lloviendo bajo el sol,
secándome bajo la lluvia.
He llegado a la conclusión de que los cuentos solo son eso,
cuentos,
que puedes llegar a joderte la vida pero no los ojos,
porque ellos nunca crecen.
Que sí,
que fumar mata,
pero también los terroristas y a ellos nunca se les dice
nada,
se les pone la etiqueta de advertencia y ahí nos las den
todas.
Que puede que mañana nieve,
pero hoy solo veo negro.
Y esa puta costumbre de quedarme aislada es la que me está
congelando.
Las mejores lecciones nos las da el camino y también los
baches,
y los cruces,
pero también las personas,
y los amigos,
y las caricias
y el polvo,
aunque siempre lo expresemos en plural.
He llegado a quedarme desnuda con ropa, porque sin ella me
siento ridícula, casi tanto como cuando estoy sin ti.
Es acojonante el frío que hace y la falta que me hace una
salida.
Pero no me valen las de emergencia, ni las de incendios ni
aquellas en las que abres una puerta, porque estas, te llevan al principio.
Nunca supe distinguir el hielo del fuego porque soy tan
inestable que quemo en enero y en agosto,
pero eh,
sigo guardando el frío que esta ciudad me ha dado.
Otras veces me gusta quedarme en el otoño para
autodestruirme como una hoja seca.
Le prometí a mi madre que dejaría de fumar, que dejaría de
hacerme daño,
pero me he caído tantas veces que he guardado cigarrillos en
cada una de las piedras por si acaso estas no cortan lo suficiente.
Brindo por aquellos que me apoyan y me levantan cada vez que
lo necesito, por aquellos que se han sentado conmigo a disfrutar de mis
sonrisas y por los que se han reído de mi y conmigo, por ellos también brindo.
Acabo diciendo a todo el mundo que el “Poco a poco” es el
mejor de los lemas, pero soy la primera en no cumplirlo, supongo que para eso
también es necesario ser mayor de edad.
Estoy hasta los cojones de dispararle al espejo con la única
sensación de dispararme a mi misma y el único propósito de salir de este
maniquí ahogado y podrido, el único que he construido y míralo es con el que tengo
que convivir toda mi puta vida.
Suena sarcástico ¿No?
Y también suicida.
Sigo sin saber dónde está el norte porque cada vez me cuesta
más ver las estrellas.
Debería dar mi pésame a todos a los que he metido piedras en
los bolsillos,
pero son los únicos que han hecho que no me lapidará.
Y sí,
sigo teniendo frío,
y miedo,
sobretodo miedo.
Podría titular cada día como el primer día del resto de mi
vida, si supiera lo que es empezar de cero, pero las matemáticas nunca fueron
mi punto fuerte.
iLa más bonita eres tu! Por los que nos sentamos y nos sentaremos a disfrutar de tus sonrisas, de tus aciertos y de tus más y tus menos. Te quiero mil 💗
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