miércoles, 24 de mayo de 2017

Señales de aviso, de advertencia

Busco el eco de esta playa
que desnuda de arena y cal ha venido a despertarme entre sirenas
Guardo el barco aquí en mi pecho por si un día te da por naufragar y no encuentras el consuelo del mar abierto.
He creado una hoguera de fuego en mi boca por si allí donde estás, las noches te amenazan
y oscuras, tenebrosas,
van a robarte aquello que solo tú puedes crear.
Llevo puesta la capa del zorro
el tinte del mismo color que mi pelo
y las alas,
que a veces a mi corazón no le basta tu pecho.
Me he vuelto transparente
nítida e indecisa
como una ciudad a la que ya no le hacen falta paredes
He arqueado las cejas y sigo en presente guiñándote los bailes.
Y aunque lejos
sigues creciendo como una espiga a la que no poder dar caza
sigo abriendo la puerta por si amanece y tú, estás de vuelta.
Aunque siga pensando que las avellanas de tus ojos de ese puto color oleaje sean la única señal de emergencia que tenía ese viaje.
Hoy sigo cantando los graves de una canción que compuse hace años,
esperando que jamás la oigas y yo,
yo quedarme muda
porque no quiero volver a verte.


No hay comentarios:

Publicar un comentario