miércoles, 6 de mayo de 2015

Quien busque el infinito, que cierre los ojos

Quieren que creamos en Dios, cuando no se puede ya, ni creer en las personas, muy lógico, casi tanto como dar la espalda cuando es necesario el roce lívido de un pecho humano.
El latido, es la mejor manera de votar,
de votar a favor de ti, porque hace tiempo que he hipotecado mi corazón a las uñas de tus dedos con un interés que no roza lo abstracto pero si tu boca,
que para el caso es lo mismo.
Hablamos de dinero,
del paro,
de la economía,
de política
y de todos esos hijos de puta, que dependen más de nosotros que de los clubes pero ni se nota.
Estamos en cambio y nos hemos acostumbrado a llamarlo crisis porque así solemos ser, cuando peor estamos nos gusta autoherirnos y hundirnos más en los mierda.
Pero hoy,
que es lo único que importa,
aquí estás tú,
despegando las legañas como un un niño con sus cromos,
lamiendo tus labios secos nocturnos, como un gato pardo que a la luz del día es celeste.

Eres una puta obra de arte.

Me miras,
y el cielo ya no duele, y el frío ya no quema,
me besas,
y el mundo que parecía un zulo se ha abierto al compás de tus caderas,
me abrazas,
y la cama se me queda pequeña...
Y como me gusta que estés ausente, o callado o tan Neruda que los cerezos pierden su flor y se quedan totalmente desnudos.
Sigue siendo de día y tú sigues convencido de que mis lunares crean constelaciones más allá de los astros, más allá de tus manos,
hábiles y cálidas.
Y viajamos entre las sábanas a mi pequeño universo, que tú hiciste tan tuyo y en el cual la poesía es bandera de tus pantalones o de los míos dependiendo de donde y como acabe la tormenta,
quiero decir la tuya,
o la mía,
o más bien nuestra,
porque siempre han sido testigos las mesillas de los relámpagos, la lluvia y los paraguas de colores que han supuesto nuestras tardes oscuras y grises pero tan llenas de polvos, que acabamos destrozando la poesía y arañando las metáforas como si fueran espaldas desnudas, empapadas de sudor o lluvia.
Como decía Sabina,
tenemos el Sexo, el Rock y las Drogas,
bueno,
yo te tengo a ti,
que para el caso es lo mismo.


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