lunes, 8 de septiembre de 2014

Punto y Principio

    Dicen que los principios siempre son difíciles, quizás esa sea la razón por la cual odiamos tanto los jodidos lunes, porque implican el comienzo de algo.
Siempre he pensado que la noche del domingo es semejante a la muerte dulce, sin agonías pero con el mismo trágico final, un lunes.

    Las mañanas de lunes , en la ciudad del frío , son como las mañanas del martes, del miércoles...

Todas ellas pasadas por un frío de cojones y un ambiente bastante amargo.
Las caras de los transeúntes parecen sacadas de una mala película de suspense, estatuas de piel y emociones.
El frío provoca el abrigo de los corazones que antes se llevaban desabrochados, pero tal vez y aunque duela, la causa no sea el frío, sino la hostilidad y crueldad con la que se está cociendo el mundo últimamente.

    Esto me lleva a pensar que confundimos conceptos, nos abrigamos por miedo, no por frío y nos jode la dificultad de los comienzos, no ellos en sí.

Irónicamente abrazamos por miedo y comenzamos algo por ponernos en la vida más dificultades que saber sobrepasar la resaca del domingo, que aguantar con 6 cigarrillos la noche del sábado , que partirse la boca con la bici.

    Y así estamos buscando maniquís a los que abrazar y caminos barrancosos en los que esperar sentados, mientras esta puta vida sigue de servicio en una esquina.