jueves, 28 de mayo de 2015

Burgos poesía, Burgos de ficción

No sabría como empezar,
vine nerviosa
-siendo sincera, acojonada-
Sola,
y a la vez llena de gente.
Hoy,
es de esas pocas veces que te sientes llena rodeada de gente,
te sientes gente,
me siento yo.
Serán los complejos,
el miedo a estar sola en una sala con 200 ojos,
o mis ojos llorosos por las lentillas y la emoción a partes iguales.
Hoy,
empezaba como un día rutina,
un día pre selectividad,
esa que está a la vuelta de la esquina,
en la esquina de las putas quiero decir.
Hacía demasiado calor para ser Burgos,
o quizás eran ellos con sus guitarras y poemas,
los que provocaban que me ruborizara y me colocara de tal manera,
que no me dolieran los pies,
ni el corazón después de todo.
Mis tripas, joder con las tripas,
se habían convertido en un verdadero invernadero,
lleno de droga y flores,
y miradas esporádicas,
y tirones de guitarra,
y risas de bufanda como dice Marwan.
Me acordé demasiado de ellas,
sí,
de mis ángeles de Madrid,
mis chicas paracaídas,
mis Cibeles, Bernabeu y Tirso de Molina,
pero sobre todo de mis "aleatorio".
He echado en falta una cerveza,
o tal vez dos,
porque cada vez que abría sus ventanas Marwan,
es decir,
cada vez que me miraba,
temblaba,
tiritaba,
siendo realistas, hubiera vomitado, si no hubiera estado la curva de por medio,
esa,
que no mata,
si no que me cura cada día cuando amanece en mi boca.
Lucas,
nuevo conocido,
y me encanta.
Me encanta esta mierda,
esta vida,
este sentido que le dan a la mía, mas bien.
Y aquí estoy en la cola,
esperando,
como el día del juicio final,
a entrar,
a dejar de ser desconocida,
y compartir mis sentimientos,
porque ellos lo han hecho conmigo,
me han abierto en canal.
Solo me quedaría hacer la cuenta atrás para volver a verlos,
pero eso se le da mejor a Lucas.
Entonces,
solo me queda el vivir con ellos dentro,
eso,
eso también me queda.

Pd: Ojalá este sea mi Mal Homenaje, y sea tan gratificante y acorde con lo que he sentido como lo es el de Lucas a Miguel Hernández. Y querría añadir un "te voy a echar de menos, quedate", tus (b)ersos hechos línea, te la debía Marwan.

miércoles, 27 de mayo de 2015

Mi primera vez

18-IV-2015

21:30

Santander, concretamente en el Palacio de los Deportes,
o como lo llaman ellos "Cachón".
Las gradas estaban repletas de bombines negros, corazones de colores, y cachis de cerveza,
sobre todo eso,
y es que necesitas tener la garganta preparada porque iba a empezar lo que era para mi,
mi primera vez.
Se apagaron las luces,
enmudeció el público,
solo se oía la batería al compás de nuestras respiraciones ansiosas,
y de repente,
luz,
sonido
y aplausos,
demasiados pocos para el Maestro.
No llegó a recordar la cantidad de lágrimas que derrame al ver sus ojos emocionados a través de las pantallas,
y esa sonrisa picarona y adulta que iluminaba más que cualquier foco.

De un momento a otro,
mis pies cobraron vida propia,
mi vida cobró sentido,
y me convertí en la Magdalena,
en un bar cerrado por derribo,
en una noche pérdida,
-que en realidad solo fue encontrada-
Y otra vez,
todos en silencio,
solo las palabras del Maestro llenaban,
rebosaban,
el estadio,
algún que otro "OLÉ" rompía la musicalidad de las metáforas y vivencias que estaba vomitando Sabina,
pero es que joder,
como no vas a aclamar a un tío que ha toreado tanto la vida.
Sí,
a veces nos sobran los motivos para decir adiós,
pero aquella noche yo solo quería decir Hola,
y saludar a cada uno de los aplausos y gritarles su nombre.
Recuerdo,
sus manos vestidas de calavera y oro,
firmes,
su bombín,
símbolo y bandera de su magia,
y su picardía ,
que hacían de cada canción un número erótico o quizás sentimental,
depende si era la más puta de todas las señoras
o la más señora de todas las putas.
Una noche que bien equivaldría a las 500 que se tarda en olvidar sin contar con los días.
Suelen decir que la primera vez duele,
pero que te engancha,
y así fue,
la despedida fue totalmente amarga, pero para eso están las segundas veces,
para superar las primeras.
Gracias Sabina,
Gracias Pancho,
Gracias Diego,
sin vosotros los amores que matan morirían,
sin vosotros las mentiras no valdrían la pena,
sin vosotros la música actual perdería la poca magia que le queda.



miércoles, 6 de mayo de 2015

Quien busque el infinito, que cierre los ojos

Quieren que creamos en Dios, cuando no se puede ya, ni creer en las personas, muy lógico, casi tanto como dar la espalda cuando es necesario el roce lívido de un pecho humano.
El latido, es la mejor manera de votar,
de votar a favor de ti, porque hace tiempo que he hipotecado mi corazón a las uñas de tus dedos con un interés que no roza lo abstracto pero si tu boca,
que para el caso es lo mismo.
Hablamos de dinero,
del paro,
de la economía,
de política
y de todos esos hijos de puta, que dependen más de nosotros que de los clubes pero ni se nota.
Estamos en cambio y nos hemos acostumbrado a llamarlo crisis porque así solemos ser, cuando peor estamos nos gusta autoherirnos y hundirnos más en los mierda.
Pero hoy,
que es lo único que importa,
aquí estás tú,
despegando las legañas como un un niño con sus cromos,
lamiendo tus labios secos nocturnos, como un gato pardo que a la luz del día es celeste.

Eres una puta obra de arte.

Me miras,
y el cielo ya no duele, y el frío ya no quema,
me besas,
y el mundo que parecía un zulo se ha abierto al compás de tus caderas,
me abrazas,
y la cama se me queda pequeña...
Y como me gusta que estés ausente, o callado o tan Neruda que los cerezos pierden su flor y se quedan totalmente desnudos.
Sigue siendo de día y tú sigues convencido de que mis lunares crean constelaciones más allá de los astros, más allá de tus manos,
hábiles y cálidas.
Y viajamos entre las sábanas a mi pequeño universo, que tú hiciste tan tuyo y en el cual la poesía es bandera de tus pantalones o de los míos dependiendo de donde y como acabe la tormenta,
quiero decir la tuya,
o la mía,
o más bien nuestra,
porque siempre han sido testigos las mesillas de los relámpagos, la lluvia y los paraguas de colores que han supuesto nuestras tardes oscuras y grises pero tan llenas de polvos, que acabamos destrozando la poesía y arañando las metáforas como si fueran espaldas desnudas, empapadas de sudor o lluvia.
Como decía Sabina,
tenemos el Sexo, el Rock y las Drogas,
bueno,
yo te tengo a ti,
que para el caso es lo mismo.