viernes, 30 de enero de 2015

Viaje al centro de ti

El otro día abrí la ventana,
y me perdí en tus ojos.

Tu mirada descafeinada es el mejor desayuno sin duda,
y más si lo acompañas con besos.

El otro día descubrí que no hacen falta maravillas mundiales si te tengo a ti,
paseando en ropa interior por mi pasillo.

El otro día aprendí a buscarte sin querer encontrarte, cuando tú estás escondido,
porque en eso consiste quererte.

En andar a ciegas por esta casa y que me susurres al oído
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al escondite inglés…

Porque si no nos queremos como niños,
cómo vamos a tratarnos siendo adultos.

El otro día también comprendí que la mejor marca de colonia es la que desprenden tus pestañas al despertar
y que no existe mejor abrigo que el que despliegan tus alas.

El otro día crucé los 5 continentes,
mientras andaba por tus piernas,
y debo confesar,
que no he tenido mejor recibimiento como el que me dieron tus caderas.

Y entré al pasado ,
como quien entra en una película de ciencia ficción y se queda acojonado.

Vi nuestras manos inocentes rozándose por primera vez,
nuestro pecho alocado y salvaje buscando un hogar al que aferrarse,
y la casualidad del choque entre el tuyo y el mío.

Lo mejor fue saber que pudimos construir un puente hacia el presente.


Y aquí estamos,
llenándonos la boca de envoltorios,

y las manos de regalos.

Carta Ur(gente)

Las malas cosas,
llegan cuando menos te lo esperas,
cuando más necesitas un rayo de luz,
las nubes tapan el sol.

Cuando más necesitas compañía,
te hundes en la soledad de tu cuarto.

Cuando parece que la tormenta ha terminado,
aparece una nueva nube.

Cuando tu vida parece tan llena,
y acabas con el corazón vacío.

Cuando parece que habías llegado a la cima,
y te empujan al abismo más absoluto.

Tantas decepciones en tan poco tiempo.

Ilusiones que con el paso del reloj, pasan a ser pensamientos que vagan por nuestra mente.

Se que parece difícil,
e que parece que de un agujero negro no se sale tan fácil,
que a veces un paraguas quita la lluvia,
pero no la humedad.

Ahora es cuando debes ser más fuerte,
cuando debes coger todos los momentos buenos y saber ,
que el sol siempre sale.

Huir, saltar, esconderte…

¿De que cojones serviría?

La vida va a estar llena de malos ratos,
pero son esos malos momentos los que hacen que los buenos sean mejores.

Hoy puede que te sientas inútil,
sin ganas de nada,
pero siempre estaré aquí apoyándote,
y si te faltan las fuerzas,
yo te daré un poquito de las mías,
si no salen más que lágrimas de tus ojos,
no hables,
no pierdas las esperanzas,
que yo lloraré contigo,
no te voy a dejar solo.

Puede que esto suene tan utópico que pierda su sentido.

Quizás no sirva para nada, pero que voy a hacer si esto es a lo que me dedico, a hacerte sonreír, a ponerle otro tono a tu vida.

Desilusiones, golpes, heridas, que ya ni si quiera el tiempo cicatriza.

Todos las tenemos, si no , no seriamos humanos,
unos son capaces de esconderlas,
otros necesitamos llorar sobre los versos y volvernos tinta.

Cuando las palabras ya no salen,
es que está todo dicho.

Puedes contar conmigo,
no cambiaremos el mundo,
pero si podemos crear uno paralelo a este.

Nuestro pequeño universo,
no te prometo que será perfecto,
te prometo que no estarás solo.

Sabes,
Estoy orgullosa de ti,
Porque nadie antes abrió mis hojas como lo hiciste tú.

Nunca te olvides de llevarme contigo.


Atentamente: La Poesía.

Nos vemos pronto... Pero aún no.

Sentía sus pupilas dilatadas,
Quizás la nostalgia,
Quizás el recuerdo repentino,
Algo que ella llevaba dentro desde hace mucho tiempo,
Una despedida que no tuvo lugar,
Un beso,
Un abrazo,
El tenerle en sus brazos por última vez.
La muerte le quedaba grande a esa niña de ojos enormes,
De ojos que ahora solo recuerdan,
de ojos que solo añoran el ayer.

El viento la reglaba una sonrisa,
y no mira al cielo,
pues la única estrella que necesita está dentro de ella y cuando se enciende nadie puede apagarla.
Si,
a veces se encuentra aletargada,
a veces es difícil hacer que brille pues el olvido y el tiempo hacen mella en ella,
pero siempre está ahí...

Cuando necesita hablar con alguien ella habla con su estrella
y la escucha y a veces,
la reprime.

Pero siempre con un propósito, el no llorar.
Pues las lágrimas le impedirán ver su estrella con tanta nitidez como se merece.
Sus dedos hoy recuerdan cada relieve de su piel,
cada surco que el tiempo había dibujado en su rostro,
cada abrazo de abuelo.

Y su piel solo añora su respiración entrecortada y silenciosa que brotaba de sus ya apagados pulmones.
Por fin sus hombros ya no notaban nada,

él era quien sujetaba su mundo ahora.

Golpes y no precisamente de suerte

Hace frío,
Y tu ausencia abriga más que este  sol, que se empeña en no salir.
Ayer,
el camión de la basura se llevó tus restos, 
y que cojones,
también los míos.
Esta casa ya no huele a hogar,
ni a café,
solo a tabaco 
y a despedidas.

Nunca supe como olía un adiós, hasta que cerraste la puerta,
como quien cierra los ojos cuando duerme,
pero ya no volviste,
ya no estabas cuando yo me desperté.
Ahora solo Jack sabe como hacerme callar,
y mientras me quema la garganta de inseguridades me sirvo otro vaso,
y otro más,
y cuando él me abandona me voy a dormir,
es más,
es él quien me duerme,
supongo que también es él quien distorsiona mis sueños.

Al día siguiente todo tiene un filtro nublado y un dolor de cabeza que más que calmarse se descojona de mí,
y normal.
Desde que te fuiste,
ni como,
ni duermo,
ni vivo,
quizás es por eso que tengo tanto frío, o simplemente que es diciembre  y llega la nieve, y el viento helador que convierte esta casa en un polo norte,
pero sin punto cardinal.
Tal vez no te este echando de menos,


y simplemente tenga hambre.